El mundo del fútbol brasileño se encuentra en estado de shock tras la histórica goleada sufrida por el Santos, el club que vio nacer a Pelé y Neymar, ante el Vasco da Gama. El resultado de 6-0 no solo dejó al equipo al borde del descenso, sino que también provocó una reacción visceral en Neymar, quien no pudo contener las lágrimas al finalizar el encuentro.
Un resultado inesperado y una protesta silenciosa
El partido, disputado en el Morumbí, fue una pesadilla para el Santos. A pesar de la presencia de Neymar, el equipo no pudo hacer frente al vendaval ofensivo del Vasco da Gama, liderado por un inspirado Philippe Coutinho, amigo de Neymar, quien marcó dos goles. La derrota fue aún más dolorosa por producirse en casa y ante su propia afición.
La hinchada del Santos, decepcionada por el pobre desempeño del equipo, protagonizó una protesta silenciosa pero contundente: se giraron y le dieron la espalda al campo de juego, mostrando su descontento y frustración. Esta imagen, junto con el llanto desconsolado de Neymar, se viralizó rápidamente en las redes sociales.
La destitución del entrenador y el fantasma del descenso
La humillante derrota tuvo consecuencias inmediatas. El entrenador Cleber Xavier fue despedido del cargo, en un intento por calmar los ánimos y revertir la situación del equipo. Los hinchas, además, corearon el nombre de Jorge Sampaoli, pidiendo su regreso al club.
Con esta derrota, el Santos se encuentra en una situación delicada en la tabla de posiciones, a solo dos puntos de la zona de descenso. El fantasma de la Serie B acecha al club paulista, que deberá reaccionar rápidamente para evitar un desastre deportivo.
- El resultado: Santos 0 - Vasco da Gama 6
- Goleadores del Vasco: Philippe Coutinho (2), Lucas Piton, David Correa da Fonseca, Rayan, Tche Tche
- Consecuencia: Despido del entrenador Cleber Xavier
- Próximo partido del Santos: Bahía
La derrota ante el Vasco da Gama marca un antes y un después en la temporada del Santos. El equipo deberá hacer borrón y cuenta nueva, y buscar soluciones para revertir la situación y evitar el descenso. La presión es alta, y la afición exige resultados.