La semana del presidente Javier Milei estuvo marcada por incidentes y controversias. Durante una caravana en Lomas de Zamora, tanto el mandatario como los candidatos de La Libertad Avanza fueron objeto de un ataque con piedras y botellas, lo que obligó a la evacuación urgente de la comitiva. El diputado José Luis Espert incluso debió abandonar el lugar en moto ante los insultos de los manifestantes. A pesar del tenso clima, no se registraron heridos y hubo dos detenidos.
Paralelamente, el gobierno de Milei se vio sacudido por la difusión de audios que involucran a Diego Spagnuolo, ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), en un presunto sistema de recaudación ilegal. Los audios sugieren que parte de estos fondos, alrededor de 800 mil dólares mensuales, habrían sido destinados a Karina Milei, hermana del presidente.
La reacción inicial del gobierno fue calificada como lenta y desordenada. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intentó desmentir las acusaciones, aunque admitió que “no pondría las manos en el fuego por nadie”. Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, contradijo a Francos al defender la inocencia de Karina Milei y su primo “Lule” Menem, a pesar de estar él mismo vinculado a la droguería Suizo Argentina, señalada como canalizadora de las supuestas coimas.
En un acto en Junín, el propio Milei cometió un desliz al afirmar que sus opositores “están molestos porque les estamos afanando los choreos”. Esta declaración generó interpretaciones sobre un posible cambio en la gestión de fondos públicos, alimentando las críticas sobre si el gobierno actual busca combatir la corrupción o simplemente reemplazar a los actores involucrados.
El escándalo parece estar impactando en la imagen del gobierno. Una encuesta reciente indica que solo dos de cada diez encuestados creen en la inocencia de Karina Milei, y que incluso entre los simpatizantes de Milei, un porcentaje significativo duda en volver a votarlo. La situación plantea desafíos para el futuro político del gobierno y su capacidad para mantener el apoyo popular.