El Mundial de Clubes fue testigo de una sorpresa mayúscula: Auckland City, equipo semiprofesional de Nueva Zelanda, le empató a Boca Juniors. El héroe de la jornada fue Christian Gray, un defensor de 28 años que, además de jugar al fútbol, se dedica a la enseñanza.
Un Maestro en la Cancha
Gray, quien aspira a ser maestro y participa activamente en escuelas de Auckland, saltó a la fama al anotar de cabeza el gol del empate contra Boca. Este tanto no solo sorprendió a los hinchas xeneizes, sino que también complicó las aspiraciones del equipo argentino en el torneo.
El partido, disputado en el Geodis Park de Nashville, comenzó con un gol en contra del arquero del Auckland City, Nathan Garrow. Sin embargo, la alegría de Boca duró poco. En el segundo tiempo, un córner encontró la cabeza de Gray, quien superó a la defensa argentina y puso el 1-1 en el marcador.
Un Equipo de Aficionados con Corazón de León
La historia de Auckland City es particular. Muchos de sus jugadores no son profesionales a tiempo completo y deben combinar el fútbol con otros trabajos. En el caso de Gray, su vocación es la enseñanza. La dedicación y el esfuerzo de estos jugadores son dignos de admiración.
- Gray se unió al Auckland en 2022.
- Lleva 70 partidos con el equipo.
- Marcó un gol en la final de la Champions de Oceanía 2024.
El empate ante Boca, más allá de las implicancias deportivas, es un testimonio del espíritu amateur y la pasión por el fútbol que anima a equipos como Auckland City. Christian Gray, el maestro que le amargó la tarde a Boca, se convirtió en un símbolo de esta historia.
Boca, por su parte, cierra su participación en el Mundial de Clubes con una imagen deslucida, quedando eliminado y sin poder mostrar el juego que se esperaba. La sorpresa de Auckland City, y en particular el gol de Gray, quedará como uno de los momentos más recordados del torneo.