La situación en los comedores comunitarios de Argentina se agrava día a día, generando una creciente ola de críticas hacia la gestión de Sandra Pettovello al frente del Ministerio de Capital Humano. La falta de entrega de alimentos y la discontinuidad de programas de asistencia alimentaria están llevando a muchos comedores al borde del cierre, dejando a miles de personas sin acceso a una comida diaria.
Comedores sin provisiones: el caso del San Cayetano
Un ejemplo alarmante es el del comedor San Cayetano, en el barrio Eva Perón de Merlo, que se vio obligado a cerrar sus puertas debido a la falta de alimentos. Sus responsables denuncian directamente al Ministerio de Capital Humano por la falta de respuesta a sus pedidos de asistencia. Si bien cuentan con algunas reservas de alimentos secos gracias a donaciones privadas y al apoyo provincial, estas son insuficientes para cubrir la creciente demanda.
El reclamo de Paco Olveira y la crisis generalizada
El Padre Paco Olveira, referente del comedor San Cayetano, ha alzado su voz para denunciar la situación y exigir una solución urgente. Su reclamo se suma al de otras organizaciones sociales que advierten sobre el impacto devastador de la crisis económica y las políticas de ajuste en los sectores más vulnerables de la sociedad. Margarita Barrientos, fundadora de Los Piletones, también ha alertado sobre el empeoramiento de la situación y la disminución de las donaciones estatales.
La problemática no se limita a la falta de alimentos. Las trabas burocráticas y la discontinuidad de programas como el Alimentar Comunidad, que brindaba recursos económicos a través de tarjetas de débito, también están dificultando la labor de los comedores. La versión oficial del Gobierno, que minimiza la crisis y destaca la transparencia en la gestión de la ayuda social, contrasta con la realidad que viven a diario los comedores populares, desbordados por la creciente demanda y la escasez de recursos.
- Cada vez más personas dependen de los comedores para alimentarse.
- Muchos comedores solo pueden abrir algunos días a la semana.
- Las listas de espera para recibir comida se hacen cada vez más largas.
La situación exige una respuesta urgente y coordinada por parte del Estado, las organizaciones sociales y la sociedad en su conjunto para garantizar el derecho a la alimentación de todos los argentinos.