Un trágico suceso sacudió la Navidad en Staffordshire, Reino Unido. Kirsty Carless, de 33 años, fue condenada a cadena perpetua con un mínimo de 25 años de prisión por el asesinato de su ex pareja, Louis Price, de 31 años. El motivo del crimen: un perfil de Tinder.
Celos y alcohol: el detonante del crimen
La noche del 24 de diciembre de 2024, Carless se encontraba bebiendo en un pub con un amigo. Tras mantener relaciones sexuales con él, una amiga le envió una captura de pantalla del perfil de Louis Price en la aplicación de citas Tinder. Este hecho, sumado al consumo de alcohol y, según se reveló en el juicio, cocaína, desató la furia de Carless.
La mujer regresó a su casa, tomó un cuchillo de cocina y se dirigió en taxi a la casa de los padres de Price, donde lo apuñaló en el pecho. Louis Price fue encontrado sin vida en el jardín de la vivienda poco después.
Un historial de violencia
El juicio reveló que Carless ya había sido arrestada un mes antes por estrangular a Price, aunque fue puesta en libertad bajo fianza. Además de asesinato, fue declarada culpable de posesión de un arma ofensiva y agresión que causó daños corporales reales.
El juez Choudhury, al dictar la sentencia, acusó a Carless de no mostrar remordimiento y de afirmar falsamente no recordar lo sucedido. La describió como una persona que había "destruido la vida de un joven y su familia".
Este caso pone de manifiesto los peligros de la impulsividad, los celos y el uso de las redes sociales como detonante de la violencia. La familia de Louis Price ha quedado devastada por esta tragedia navideña.