La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), anteriormente conocida como AFIP, experimentó serios problemas en su plataforma web, generando una ola de reclamos por parte de contribuyentes y profesionales contables. La falla se produjo en un momento crítico, coincidiendo con el período de recategorización del monotributo, cuyo plazo finaliza el 5 de agosto.
Problemas de Acceso y Recategorización
Usuarios reportaron dificultades para acceder al sistema con su clave fiscal, encontrándose con bloqueos y mensajes de error. Esta situación impidió la realización de trámites esenciales, especialmente la recategorización del monotributo, un procedimiento clave para aquellos contribuyentes que necesitan actualizar su categoría en función de sus ingresos anuales.
Respuesta de ARCA y Reclamos en Redes Sociales
A través de su cuenta en la red social X, ARCA informó sobre los problemas en sus sistemas, asegurando que estaban trabajando para restablecer el servicio. Sin embargo, no se proporcionó información precisa sobre la causa de la falla ni un tiempo estimado de solución. La falta de respuestas claras generó frustración y numerosas quejas en redes sociales, donde monotributistas, contadores y estudios contables expresaron su preocupación por las demoras y la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones fiscales.
- Dificultad para acceder a la plataforma con clave fiscal.
- Imposibilidad de realizar la recategorización del monotributo.
- Falta de información clara sobre la causa y solución del problema.
- Reclamos masivos en redes sociales.
Impacto en Contribuyentes y el Sector Agropecuario
La caída del sistema afectó no solo a los monotributistas, sino también al sector agropecuario y a los contadores que trabajan a contrarreloj para las presentaciones de fin de mes. La situación obligó a ARCA a postergar los vencimientos de impuestos con fecha 30 de julio hasta el 1 de agosto inclusive, medida que se oficializará en el Boletín Oficial. La incertidumbre generada por la interrupción del servicio pone de manifiesto la importancia de contar con sistemas informáticos robustos y confiables para garantizar el correcto funcionamiento de la administración tributaria.