La historia de Ignacio "Nacho" Fernández, jugador de Alba Argentina de Maciel, es un ejemplo inspirador de superación y pasión por el fútbol. Tras un devastador accidente automovilístico en 2020, que lo mantuvo en coma y con pronósticos desalentadores sobre su capacidad para volver a caminar, Nacho logró desafiar todas las expectativas y regresar al deporte que ama.
En 2019, Nacho recibió la maravillosa noticia del nacimiento de su hijo Lorenzo. Sin embargo, la felicidad se vio truncada al año siguiente por el trágico accidente. Los médicos inicialmente le dijeron que no podría volver a caminar, una noticia que lo devastó al pensar en su hijo.
La recuperación fue un proceso arduo y constante. Tras una semana en coma, Nacho comenzó lentamente a reaccionar y a hablar. El primer mes de rehabilitación lo pasó en casa, con una cama ortopédica, luego pasó al sillón de ruedas, para posteriormente necesitar un andador y muletas. Su padre recuerda que la noticia de no poder volver a jugar al fútbol fue un golpe muy duro para él.
A pesar de las dificultades, Nacho nunca se rindió. Con el alta médica para trabajar, buscó una segunda opinión médica que le dio esperanza: "Flaco, jugá". Con esta motivación, Nacho regresó al fútbol, debutando en reserva y marcando un gol que llenó de emoción a su familia.
Hoy, Nacho Fernández vive un presente extraordinario. En 2024 jugó la final de la Liga Totorense, y en este 2025 es titular indiscutido en Alba Argentina, el club de sus amores. Su historia es un testimonio de resiliencia y determinación, demostrando que con fe y esfuerzo, los sueños pueden hacerse realidad.
Un Mensaje de Esperanza
"Quedaba en mí, creer en mí, pelearla", afirma Nacho. "Tratar de poder volver a hacer lo que más me gusta, que es jugar al fútbol. Fue duro, fue difícil, pero se puede." Su historia es un faro de esperanza para aquellos que enfrentan la adversidad, recordándoles que la superación es posible.